Lo que todos necesitamos es el sentido de pertenencia a una comunidad: la sensación de que hay otras personas que nos entienden y que estarán ahí cuando las necesitemos. Que hay personas en las que siempre podemos confiar. Gente en la que podemos confiar pase lo que pase.
Y eso no es nada nuevo. Simplemente se ha hecho más fuerte. Más vívido. Mucho más evidente para mucha más gente.
Muchos de nosotros nos hemos dado cuenta este año, más que nunca, de que las relaciones humanas tienen un tremendo impacto en nuestras vidas: en cómo nos sentimos, en cómo trabajamos, en cómo celebramos los momentos de alegría y en cómo conseguimos sobrevivir en los momentos difíciles.
Me atrevo a afirmar que después de este año, la gente de todo el mundo se preocupará por las relaciones entre humanos más que nunca. Porque este año muchos de nosotros nos hemos dado cuenta de que antes podíamos dar por sentadas las relaciones entre nosotros. Esa es una de las muchas lecciones que hemos recibido estos años.
Además, creo que esta toma de conciencia afecta a todo tipo de relaciones: tanto a las que mantenemos con nuestros amigos y familiares, como a las que tenemos en el trabajo y en la empresa.
Aquí viene la realización…
Las empresas van y vienen, pero las relaciones duran. Por eso quieres un negocio construido en torno a las relaciones de persona a persona. No relaciones construidas alrededor de un negocio.
Y las conclusiones…
Ya no se trata sólo del gran servicio o producto. No se trata sólo de números, ingresos y retorno de la inversión. No es que todo eso ya no importe, porque lo hace. Pero lo que más importa, a largo plazo, son las relaciones que tienes con la gente de tu negocio: con tu público, tus clientes, tus compañeros de equipo, tus socios.
Pero lo que ocurre con las relaciones es que no duran por sí solas. Hay que invertir en ellas.
Hay que alimentarlas.
Invertir en las relaciones humanas sólidas, alimentarlas y nutrirlas regularmente requiere tiempo y esfuerzo.
Es más fácil iniciar y alimentar relaciones valiosas cuando se tiene un pequeño grupo de amigos. En los negocios ocurre lo mismo. Cuanto más amplio sea el grupo de amigos o el grupo de clientes, más difícil será cultivar las relaciones que tienes con ellos. Requiere más tiempo y más esfuerzo.