Pruebas A/B de correo electrónico: un FAQ para despejar todas tus dudas

Hace unos dos meses, nuestro Jefe de Ventas Inbound, organizó un Q&A para compartir sus conocimientos sobre las pruebas A/B en el correo electrónico.

Nos sorprendió la cantidad de preguntas que hicieron. Parece que el tema de las pruebas A/B en el correo electrónico necesita ser explicado con más detalle, así que me asocié con él para proporcionar aún más respuestas a sus preguntas

¿Qué es el A/B testing en el correo electrónico?

Cuando nos referimos al correo electrónico, el A/B testing consiste en crear versiones alternativas de uno de los elementos de un correo electrónico, por ejemplo, su línea de asunto o la CTA en el cuerpo del correo electrónico, y enviarlo a dos grupos de clientes potenciales (de igual tamaño y de cualidades similares) para ver qué versión tendrá un mejor rendimiento.

¿Qué puedo probar en un correo electrónico?

En general, puedes probar varios elementos del propio correo electrónico, como el asunto, la propuesta de valor o la CTA, así como el tiempo de entrega.

Más sobre las pruebas A/B

¿Por qué las pruebas A/B ayudan a que el correo electrónico llegue a la bandeja de entrada?

Porque te permiten crear un contenido de correo electrónico más diversificado dentro de una campaña.

Como ya sabrás, el envío de un gran número de correos electrónicos con exactamente el mismo texto puede alarmar a los filtros de spam. Así que todo lo que te ayude a diversificar el contenido de tu campaña de correo electrónico servirá para favorecer una buena entregabilidad.

Y aunque no es el objetivo principal del A/B testing, es sin duda un efecto secundario muy agradable.

¿Cuánto tiempo debo realizar una prueba A/B?

Depende de ti. Puedes ponerte en contacto con un par de cientos de clientes potenciales en pocos días y luego decidir qué versión es mejor. Teniendo en cuenta los límites de envío de los proveedores de correo electrónico y los filtros de spam, es mejor repartir los envíos entre 3 y 4 días – de esta manera puedes estar seguro de que no dañarás la reputación de tu dominio y la capacidad de entrega.

¿Cuánto tiempo tengo que esperar para desactivar la versión B si no funciona tan bien como la versión A?

Debería contactar con al menos 100 clientes potenciales con la versión A y 100 con la versión B para determinar cuál es realmente la ganadora. Cuantos más sean, mejor y más precisos serán los resultados.

¿Con qué frecuencia debo realizar las pruebas A/B?

Depende de ti. Si tus campañas no rinden como se espera, es definitivamente el momento de realizar algunas pruebas A/B y comprobar cómo el contenido de tu correo electrónico influye en las tasas de apertura, clic y respuesta.

Experimentar en general es bueno y te ayudará a obtener mejores conocimientos sobre lo que funciona mejor con tu audiencia específica.

¿Cuando no sólo se utilizan las versiones A y B, sino que también sería útil una versión C?

Cuando tengas muchas ideas y todas te parezcan buenas, es una buena razón para añadir una versión C para comprobar cuál funciona mejor. Incluso puedes crear una versión A, B, C, D y E si quieres.

Recuerda, sin embargo, que debes probar sólo un elemento a la vez. Sólo la línea de asunto, sólo la firma, sólo el cuerpo del mensaje. De lo contrario, no podrás saber cuál de los elementos marcó realmente la diferencia.

¿Con qué versión debo quedarme en este caso?

A y B tienen líneas de asunto diferentes, esa es la única diferencia.

La A tiene un 2,5% más de respuesta, pero una tasa de apertura menor.

La B tiene un 3% más de apertura, pero una tasa de respuesta más baja.

¿Con qué versión debo quedarme?

Me quedaría con la versión B, la que tiene mayores tasas de apertura. ¿Por qué?

Digamos que estás enviando un correo electrónico del que no necesitas necesariamente obtener una respuesta; prefieres que la gente haga clic en el enlace y se inscriba en tu seminario web. Así que elige la versión con más aperturas, la B.

En un escenario diferente, podrías estar enviando los típicos correos electrónicos en frío de ventas. Tu objetivo es que la gente reaccione a tu correo electrónico para poder iniciar una conversación con ellos. En este caso, también me quedaría con la versión B, porque el cuerpo del correo electrónico es el mismo y tarde o temprano voy a obtener los mismos resultados con la versión B en lo que respecta a las tasas de respuesta.

Alternativamente, podría dejar las dos versiones y ver cómo cambian las tasas con el tiempo.

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